2 de noviembre 2014 - 12:01 am
Aunque Raúl Castro siga mandando guiones a Maduro para que
acuse al “terrorismo financiero del imperio” de la quiebra de Venezuela ,
es imposible convencernos sobre una culpabilidad distinta al derroche y
la corrupción revolucionarias, después de que el “padre “ y su “hijo
putativo” nos repitieran hasta la saciedad que somos el país con mayores
reservas petroleras del mundo. y de haber recibido durante 16 años de
desafueros, entre ingresos petroleros y fiscales, cerca de un billón
quinientos mil millones de dólares .Agencias internacionales dan fe de
que durante la transcurrida y larga bonanza de los precios del crudo,
ningún país petrolero en el mundo -por pequeña que sea su producción,
como en Ecuador- ha presentado los graves problemas económicos de
Venezuela, con “las mayores reservas energéticas del mundo”. Noruega,
por ejemplo, durante esa bonanza, ha acumulado reservas excedentarias
por $800.000 millones. Arabia Saudita, gracias a la venta de su
cuantiosa producción petrolera, posee bancos, bonos, hoteles y otras
cuantiosas inversiones internacionales por montos inimaginables. En
síntesis, no hay país productor de crudo que registre deudas internas ni
internas significativas, ni escasez de alimentos, ni la inflación más
alta del mundo, ni problemas de divisas, como la terrible situación
venezolana. Que Bolivia presente hoy una economía en crecimiento y que
nuestro país exhiba un panorama peor que el de Haití, evidencia la
debacle a la que nos ha llevado el régimen.
El Centro
Internacional de Energía señaló esta semana que el petróleo de Estados
Unidos podría llegar a $ 70 el barril, lo que significaría que el
venezolano podría bajar hasta los 62 dólares, justo la mitad de lo que
la dispendiosa administración de Maduro necesitaría para atender los
escandalosos gastos burocráticos, incluido el reciente aumento de 45%
militar, mientras maestros, personal de salud y otros sectores
sobreviven con salarios míseros .Narra el Correo del Caroní que
entre 2010 y 2014 los militares recibieron incrementos salariales de
235%, 74% más que los experimentados por los civiles de salario mínimo,
que en el mismo período reportaron aumentos de 161%”. El Nacional
(29-10-2014) indica que se requieren seis sueldos mínimos para cubrir
la cesta básica: en septiembre una familia necesitaba 25.385,96
bolívares para cubrir la compra de alimentos y pagar los servicios
básicos. Un incremento de 844,33 bolívares en comparación con agosto y
de 84,6% respecto al año pasado .En la misma edición nos reporta que un
director de hospital gana casi 4 veces menos que un mayor general y que
700 educadores emigran cada año por un mejor salario.
Un correo
enviado por Iván Sánchez, activo internauta, muestra algunos indicadores
de la escasez y escalada de precios que esta semana alcanzaron algunos
bienes y productos esenciales: Dólar Bs. 102 ( es decir, 102.000 Bs de
hace poco tiempo); 1 kg de pimentón Bs 175; 1 kg de tomates 130; 1 kg de
cebollas 140; 1 kg de jamón 490; 1 kg de queso 480; 1 kg de carne
molida: 320; 1 cartón de huevos 150; pastilla de jabón, no hay; 1
desodorante, no hay; 1 kg de detergente, no hay; 1 kg de leche en polvo,
no hay; 1 kg de harina de maíz, no hay; 1 litro de aceite, no hay;
etc, etc… Sin embargo estos precios serán superados por la inflación
galáctica de 2015, según todos los pronósticos de los economistas. “La
economía venezolana -informa El Nacional (30-10-2014 )-
cerrará el año con una contracción de 4 puntos del PIB y la inflación
podría superar 110%, según palabras de Pedro Palma en el Foro
Perspectivas 2015 de Ecoanalítica , propiciadas por la caída del precio
del petróleo, que limita los ingresos de divisas al país” En 2015
aumentará la escasez por el crecimiento del gasto público (siguen
dilapidando); por la emisión de dinero inorgánico del BCV , con un
barril petrolero calculado a $ 75. Imaginémonos el horror si el precio
fuese menor. Los países árabes están en contra de bajar la producción
para aumentar precios, así que las perspectivas de Venezuela, con una
Pdvsa destrozada (hace días hubo un gran derrame en Amuay, cuya
refinería sigue agónica, y hay graves fallas en la de Puerto La Cruz);
merma de su producción ( de 3.5 mmbpd en 1999 a 2,3 hoy); obligada a
importar petróleo liviano por falta de inversiones para producirlo en el
país, dado que hay suficientes reservas de liviano; aumento de la
burocracia e( 75,7% del presupuesto de Pdvsa es para gastos de nómina);
la enorme deuda interna y externa, y la caída de los precios del crudo
profundizarán hasta límites insufribles la crisis y obligará a medidas
aún más terribles.
Y con este panorama -a semejanza de de lo dicho
por Chávez- los capitostes rojos juran que el barril puede llegar a
cero dólares y el pueblo no sufrirá las consecuencias. Sin embargo todo
hace pensar que, a juzgar por la dispendiosa colita de Jaua en avión de
Pdvsa hasta Sao Paulo (niñera y maleta con revólver incluídos), los
únicos que “no van a sufrir las consecuencias” de la inminente debacle,
serán los boliburgueses civiles y militares.
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