EL NACIONAL
6 de noviembre 2014 - 00:01
La sobreproducción de petróleo que
actualmente inunda el mercado mundial proviene, en su mayoría, de los
yacimientos marinos profundos (Golfo de México, Angola, Costa Occidental
de África, pre-salt de las aguas brasileñas) y de las lutitas
petrolíferas (Oil Shale) del medio oeste estadounidense más otros no tan
caros como el crudo de aguas no profundas. Producir petróleo de estas
fuentes es el resultado de altas inversiones y sobreponerse a riesgos
ambientales y tecnológicos como: alto costo en nuevas tecnologías,
mayores costos en el sector de ambiente y seguridad, mayores costos en
equipos y materiales. Todos los costos aunados para dominar las
dificultades y retos de nuevas exploraciones obligando a que el costo
por barril producido sean de los más caros del mercado. Pero no todo es
problema. Los barriles nuevos y costosos tienen propiedades muy
apetecibles por el mercado refinador, como:
• Son crudos livianos más fáciles de manejar.
• Son crudos más rendidores en la obtención de subproductos.
• Son crudos menos contaminantes.
Actualmente
para el mundo Occidental lidiar con estos crudos caros no representa un
reto de vida o muerte de la industria. Hay lecciones aprendidas en el
manejo y mercadeo de estos crudos como las siguientes:
• Los crudos provienen de zonas políticamente estables.
• Existe garantía de suministro seguro y confiable.
• El mercado internacional supo reaccionar inteligentemente y se acomodo al mercado de petróleo con precios mas elevados.
•
Lo más importante es que se estimula a la investigación y desarrollo de
fuentes alternas de energía para desplazar lo mas temprano posible a
las fuentes de energía de origen fósil.
Ante
este escenario de crudos caros, que no es utópico o virtual sino
totalmente real, el Reino de Arabia Saudita poseedor de las mayores de
reserva de petróleo convencional a escala mundial y con costos de
producción muy bajos se ve con un futuro amenazado, no se si cercano o
lejano, de que sus crudos sean desplazados por otras fuentes de energía.
Arabia Saudita siempre ha sido de la opinión, para resguardar sus
propios intereses, de que el mundo se desarrolle en un mercado de
precios razonables para el petróleo y evitar alborotar el avispero de
las nuevas fuentes alternas de energía, escenario donde tiene muy poco
espacio para ganar políticamente y económicamente.
En
el ajedrez del mercado petrolero actual el rey saudita se estaba
cocinando un auto-jaque mate inevitable, así que decidió alargar el
juego con fichas a su favor como negociar a la baja el precio del barril
de petróleo. La guerra de precios anunciada por el Reino Saudita, según
sus palabras, comenzara el primero de noviembre de 2014. Cual va a ser
ese nuevo precio, aún no se sabe ya que la Casa Real Saudita no es muy
amiga de declarar sobre sus estrategias. Pero lo que sí se sabe es que
bajar los precios a un sector del mercado por un productor de 10,5
millones* de barriles de petróleo por día es un alerta que se debe tomar
muy seriamente y es un factor que ya está presionando sostenidamente a
la baja del precio del crudo para sacar del mercado a los crudos caros.
En
esta batalla de precios bajos no todos los crudos caros saldrán del
mercado, pero si podemos afirmar sin temor a equivocarnos que las nuevas
exploraciones costosas por parte de pequeños inversionistas serán las
primeras víctimas. Luego podemos preguntarnos: ¿quiénes serán los
próximos? Para acercarnos a resolver esta incógnita podemos dividir los
petróleos caros en manos de inversionista fuertes, a primera vista, en
tres segmentos:
• Crudos altamente caros y técnicamente costosos de producir.
• Crudos razonablemente caros.
• Crudos levemente caros y no costosos de producir
Los
países productores de crudo ligeramente caros defenderán hasta el
límite su espacio en el mercado. Ellos justificaran las pérdidas o bajas
ganancias escudados en que ese volumen de crudo representa parte de su
autonomía energética y seguramente maniobraran para bajar en algo su
costo de producción. La seguridad operacional y el riesgo de daños
ambientales son los talones de Aquiles de estos crudos, o sea que hay
muy poco espacio para maniobrar a la baja. El escenario para los crudos
altamente caros y razonablemente caros es que caerán a un nivel de
producción mínimo para no cerrar los pozos y también suspenderán las
labores exploratorias debido a su alto costo.
Luego
quedará por medir la musculatura y el poder de resistencia de los
yacimientos sauditas para suplir a los nuevos consumidores que dejaran
el mercado de los crudos caros. El Reino de Arabia Saudita para poder
ganar esta guerra de precios deberá mantener su nueva política de
comercialización de crudos por un tiempo prolongado.
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